Fotografía cortesía de Guillermo
En una "tristona" mañana, con niebla y por encima cielo cubierto, nos hemos juntado 9 compañeros para tratar de pasar una agradable mañana y, como siempre, lo hemos conseguido.
Como estamos en periodo invernal se ha ido a un ritmo tranquilo, siguiendo a piés juntillas al pulsómetro (sin intentar pasar de un 70 % de la FC) o a falta de pulsómetro lo más tradicional, dar mucha más importancia a poder seguir la conversación con el compañero de al lado, en lugar de tener la boca abierta para poder coger todo el aire posible en la subida. Con este pequeño truco hemos subido todos con tranquilidad hasta Las Planas por la Vallobera. Por cierto, casi arriba del todo se habían formado unas torrenteras que nos han hecho bajar de la bicicleta para poder cruzar (era una zanja de casi 1 metro de profundidad por otro de anchura).
Una vez arriba (hemos llegado incluso a ver el sol) con tranquilidad y un poco de viento a favor, hasta el conocido mirador, donde hemos aprovechado para tomar un bocado y arreglar el mundo.
Después hemos formado dos grupos: unos han bajado directamente por Las Planas a Cadrete y otros nos hemos encaminado al Montañés para subir un poco las pulsaciones en la bajada.
Una vez en el Montañés (el tramo de pista inicial lo han arreglado hace una semana y lo único que le falta para convertirlo en autopista es la capa de asfalto y las señales de 120), nuevamente nos volvemos a dividir: dos por la pista y otros dos por la senda (muchas gracias Guillermo por ir delante).
Nos volvemos a juntar, después del Montañés, los cuatro y tranquilamente llegamos a Zaragoza, donde, casualidades de la vida, nos volvemos a juntar con los otros cinco que habían decidido recortar bajando Las Planas.
¡SINCRONIZACIÓN ABSOLUTA!
¡SALIMOS JUNTOS Y LLEGAMOS JUNTOS AÚN TOMANDO DIFERENTES CAMINOS!
¡ESTO ES MÁS ASOMBROSO QUE EL TRIÁNGULO DE LA GR99 EN ALAGÓN! (OTRO CASO DE ESTUDIO PARA IKER JIMÉNEZ).
La verdad es que los que eligieron bajar Las Planas tuvieron que esperar a Antonio ya que a mitad de bajada se dió cuenta de que se había olvidado la Camelbak en el Alto. Como buenos compañeros le esperaron mientras subía (la próxima vez seguro que hasta le acompañan de nuevo hasta arriba) y luego, para reponer los electrolitos perdidos por el esfuerzo extra, recurrieron, ya en Zaragoza, a una importante cantidad de hidratos de carbono en forma líquida y con espuma. Y allí fué, después de la fase de "recuperación", cuando nos los encontramos y terminamos la ruta todos juntos.
Próximo sábado 1/12/2012: etapa llana a Muel para disfrutar de su tranquilo Parque junto a la ermita de la Virgen de la Fuente y al río Huerva. Como siempre a las 9h00 en el puente de entrada al Parque Grande.